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Están más de moda que nunca y han llegado para quedarse. Las bicicletas eléctricas o ebikes te ayudarán a ahorrar tiempo (adiós a los atascos de tráfico), a ahorrar dinero (cargar su batería supone apenas unos céntimos), a disminuir tu impacto sobre el medio ambiente, a estar más sano, a estar menos estresado y, claro está, también te ayudarán a pedalear.

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Marcas de bicicletas eléctricas

¿Qué es una bicicleta eléctrica?

Las bicicletas eléctricas se han vuelto muy populares en los últimos tiempos. Cada día estamos más concienciados sobre la importancia que tiene reducir nuestro impacto en el medio ambiente, y este medio de transporte es ecológico. Además, también nos ayuda a ahorrar tanto tiempo como dinero.

Al hablar de bicicletas eléctricas, en algunas referencias se confunden con motos o con scooters eléctricas, cuando no tienen nada que ver. Una bici eléctrica es, en esencia, una bicicleta con aspecto convencional, con pedales y cadenas, con la diferencia de que tienen un motor eléctrico que puede asistir al pedaleo haciendo este más sencillo. Pero si no pedaleas y el motor te impulsa, eso ya no es una bici eléctrica, sino una moto eléctrica.

¿Por qué te interesa comprar una bicicleta eléctrica?

Las bicicletas eléctricas están pensadas para todo el mundo. Son muy prácticas para dejar a un lado el coche o el transporte público, moviéndonos a través de la ciudad (o fuera de ella) de la forma más ecológica y saludable.

En las siguientes líneas vamos a destallar algunas de sus ventajas, pero antes vamos a hablar de para quién son estas bicicletas.

La asistencia al pedaleo te ahorra parte del esfuerzo que necesitarías para impulsar la bicicleta, por lo que se puede mejorar tu eficiencia a la hora de moverte por lugares complicados (por ejemplo, a la hora de subir pendientes). También te ayuda a circular cuando las condiciones del entorno son un tanto extremas (si tenemos que circular en contra del viento, o en otras circunstancias) o, simplemente, cuando te sientas cansado o no te apetezca realizar esfuerzo físico. Tú decides en cada momento cuánta fuerza de tus piernas y cuánta fuerza de motor eléctrico poner.

Hacer bicicleta es un deporte muy interesante que nos ayuda a ejercitar las piernas, a quemar calorías y a reducir la posibilidad de padecer de problemas cardíacos. Pero si un día te da pereza subirte a la bici, no te preocupes, el motor hará el trabajo por ti. Y, al contrario, si en algún momento no quieres nada de ayuda, no hay problema: desconectas del todo la asistencia al pedaleo. Tú mandas y puedes cambiar de decisión en cualquier momento, sin tener bajarte de la bici.

¿Vas de camino al trabajo y estás cansado o no deseas llegar sudando? No hay problema: pon al máximo el nivel de asistencia al pedaleo y la ebike hará el esfuerzo por ti.

Ventajas de las bicicletas eléctricas

Veamos algunas de las principales ventajas de adquirir una bici eléctrica:

Movimiento fluido en cualquier tipo de entorno

Existen diferentes tipos de bicicletas eléctricas para adaptarse a cualquier situación. Podrás moverte entre el tráfico de la ciudad y olvidarte de los atascos, desplazarte con senderos rurales, incluso atreverte con complicadas rutas de montaña.

De lo único de lo que tendrás que asegurarte es de elegir la bicicleta correcta para cada situación.

Ahorro de tiempo

¿Estás harto/a de perder media vida entre el tráfico y de dar vueltas y vueltas hasta conseguir aparcar? Puedes olvidarte de estos problemas gracias a las bicicletas eléctricas. Algunos modelos son plegables, por lo que te los puedes llevar a la oficina y guardarlos en cualquier parte sin que moleste.

Si tienes permiso de la empresa, puedes aprovechar los enchufes de la oficina para cargarla, y que esté en perfectas condiciones cuando te vuelvas a subir.

Ahorro económico

La única inversión que tendrás que hacer es comprar la bicicleta eléctrica. Es cierto que supone una inversión algo elevada, pero la empezarás a amortizar desde el primer día (ahorrarás en combustible y/o transporte público).

No tendrás que pagar ni impuestos de circulación o matriculación, ni seguros, ni combustible, ni taxis, ni abonos de transporte público… Calcula que cargar la batería te va a salir por unos pocos céntimos. ¡El ahorro es muy considerable!

No necesitas carnet de conducir

Si no tienes carnet de conducir, y no te hace especial gracia sacártelo ahora mismo, con una bicicleta eléctrica tampoco te hará falta. Como ya hemos comentado, tampoco necesitas un seguro.

Contribuyen a reducir la contaminación

Si todos circulásemos en bicicletas eléctricas, la contaminación en las grandes ciudades se vería reducida de una forma muy significativa. Estos dispositivos ni tienen tubo de escape, ni hacen explotar el combustible para emitir gases contaminantes. Sus emisiones son cero.

Son eléctricos y se puedan cargar con electricidad. Incluso es posible cargarlos utilizando fuentes de energía alternativas (como es el caso de la energía eólica o solar). Además su consumo de energía es muy reducido.

Te desplazas y haces ejercicio al mismo tiempo

Si crees que ha llegado ya el momento de dejar atrás tu vida sedentaria, lo primero que tendrás que pensar es en aquellos huecos libres del día a día para hacer algo de deporte… por desgracia, es posible que no tengas demasiados. Otra de las ventajas de las bicicletas eléctricas es que podremos movernos mientras hacemos ejercicio. Además, podemos ir disminuyendo la asistencia al pedaleo a medida que vayamos aumentando el ritmo, incluso hasta desactivarlo por completo cuando lo deseemos.

¿Qué tipos de bicicleta eléctrica existen?

Clasificarlas por categorías o tipos no siempre es sencillo. Además, algunas bicicletas pueden encontrase bajo varias categorías de forma simultánea. No obstante, tener una clasificación de este tipo nos puede ayudar mucho a la hora de elegir la más adecuada de acuerdo al uso que se le quiera dar.

Bicicletas eléctricas de paseo (urbanas)

Es el tipo de bicicleta más común y está pensado para ser utilizas en ciudad. Suelen tener accesorios para el día a día, como guardabarros o portaequipaje y lo más habitual es que tan solo tengan una velocidad, ya que no necesitan más.

Una de sus características más diferenciadoras y representativas es el confort, puesto que son bicis pensadas para ser usadas a diario y deben ser cómodas. Por ello, suelen tener sillines muy cómodos y, por su forma, se suelen conducir con el cuerpo erguido, en una posición natural.

Ver listado de bicicletas eléctricas de paseo (urbanas).

Bicicletas eléctricas de trekking

Se emplean para hacer raids, para excursiones de senderismo en carreteras o caminos de diferentes características. Son muy sólidas y están pensadas tanto para soportar el peso del ciclista, como el del material.

Pueden ser también una buena alternativa a las bicis urbanas y las de montaña, al encontrarse en un punto intermedio entre ambas.

Ver listado de bicicletas eléctricas de trekking.

Bicicletas eléctricas de montaña (mountain bike/MTB)

Son aquellas bicicletas que han sido diseñadas para ser usadas fuera de ruta, caracterizadas por ser muy sólidas y resistentes, para conseguir un gran agarre, incluso hasta en los terrenos más tediosos.

Las podemos encontrar con suspensión delantera, con doble suspensión o sin ella. También se pueden clasificar en base a la especialidad para la que están reservadas (Enduro, Downhill, Freeride o Cross Country).

Esto no significa que no puedan ser utilizas también en ciudad.

Ver listado de bicicletas eléctricas de montaña (mountain bike/MTB).

Bicicletas eléctricas plegables

Suelen ser bicicletas eléctricas pequeñas, con un tamaño de rueda de entre 16″ y 20″ (aunque también las hay más grandes). Están diseñadas para un uso urbano y, tal y como su nombre indica, las podemos plegar en cualquier momento, consiguiendo que ocupen el espacio justo.

Esto supone una gran ventaja, no solo para poder almacenarlas en casi cualquier lugar del hogar, sino para por ejemplo ir en ella al trabajo y guardarla en cualquier sitio (así no tenemos que dejarla en la calle) o subirla al transporte público cuando así lo requieras y plegarla.

Ver listado de bicicletas eléctricas plegables.

Bicicletas eléctricas fat bike (ruedas gordas)

También hay mucha oferta en bicicletas eléctricas fat bike; este tipo de vehículo se caracteriza por tener unas ruedas más anchas de lo normal, ideales para mantener el equilibrio en lugares de baja densidad (por ejemplo, en el barro, en un terreno pedregoso, arena, incluso en la nieve).

Es más complicado hacer maniobras con ellas y son bastante ruidosas sobre asfalto, pero, a cambio, es sencillo mantener el equilibrio. Y estéticamente son impresionantes.

Ver listado de bicicletas eléctricas fatbike (ruedas gordas).

¿Cuáles son las partes esenciales de una ebike?

La mayoría de sus componentes son los mismos que los de cualquier bici convencional, de modo que nos vamos a limitar a explicar tres de ellos que son específicos de sus hermanas, las bicis eléctricas.

Motor

Lo más común es que las bicicletas eléctricas utilicen motores internos para funcionar (son más cómodos y discretos que los motores externos, aunque estos últimos también existen).

Para que la bicicleta pueda propulsarse de manera aceptable se necesita de un motor con un mínimo de potencia de 200 W. Los más comunes son los de 250 W, potencia suficiente para alcanzar los 25 km/h que permite la ley como velocidad máxima para la asistencia al pedaleo. Sin embargo, aunque menos frecuentes, existen modelos más potentes, llegando incluso a alcanzar los 1000 W.

La velocidad máxima que suelen admitir en modo asistencia al pedaleo es de 25 km/h (superada esa velocidad, la asistencia se detiene), pero esto se debe a que así está regulado por ley, no a una capacidad de su motor. Algunos modelos, sobre todo los más potentes, podrían perfectamente circular más deprisa, pero suelen estar limitadas debido a la legislación.

Batería

Las bicicletas eléctricas necesitan extraer la electricidad de alguna parte, y aquí es cuando entra en juego la batería. Esta suele estar integrada en algún lugar de la estructura, de forma que resulte lo menos molesta posible. Los modelos de baterías actuales son ligeros, pero al mismo tiempo se han perfilado para lograr la máxima autonomía posible.

Existen 3 grandes tipos de baterías para bicicletas eléctricas:

Plomo

Aunque son las más baratas de fabricar, actualmente se encuentran en desuso. El problema que tienen es que resultan muy pesadas y, para colmo, son altamente contaminantes. Además requieren de bastante tiempo para cargarse completamente. Lo bueno que tienen es que tienen una durabilidad elevada (no confundir con capacidad o autonomía), llegando a durar hasta 4 años, antes de tener que ser reemplazadas.

Niquel

Fueron las siguientes en aparecer en el mercado, pero tampoco son muy eficientes. Si bien doblan la capacidad de las anteriores (55-70 Wh por kg), tienen un gran problema, y es que se descargan progresivamente, aunque no se utilicen.

Litio

Son las más recomendadas y las que usan actualmente las bicicletas eléctricas, al igual que la mayoría de dispositivos hoy en día. Tienen la ventaja de ser más pequeñas y no tan pesadas como la ya descritas. Además su autonomía es más elevada, pudiendo conseguir un nivel de eficiencia de 90-190 Wh por kg.

Algunos modelos permiten extraer la batería de litio con facilidad, por si queremos llevar una de reserva o sustituirla fácilmente cuando esta comience a perder capacidad con el uso.

Como desventaja, las baterías de litio tienen un coste de fabricación más elevado que las de plomo y las de níquel, pero las ventajas en este caso son mucho más importantes.

Controlador

Es un mecanismo de las bicicletas eléctricas que se encarga del encendido y apagado del motor eléctrico. Podemos encontrar diferentes tipos de controladores; algunos de ellos se basan en la última tecnología, como aquellos que se sitúan en el manillar.

Los principales tipos de controlador son:

• Controlador de acelerador: a su vez, podría ser de botón, o de giro (como en el caso de las motos).
• Controlador Pedelec: es el más avanzado. Tiene tecnología para controlar el pedaleo del deportista y así ofrecer mayor versatilidad de asistencia al pedaleo.

¿Cómo funciona una bici eléctrica?

Son mucho más sencillas de usar de lo que parecen.

1. Enciendes el interruptor de encendido.
2. Le das al pedal.
3. Te mueves.

¡Y ya está! La sensación que tendrás es como si fueses siempre cuesta abajo o a favor del viento. En otras palabras: como si nada impidiese tu marcha.

Para que la bici avance, tienes que pedalear (si avanzara sin pedalear, entonces estaríamos ante una motocicleta). La clave es que, con la asistencia al pedaleo activada, disminuye la cantidad de esfuerzo que debes realizar.

Muchas de estas ebikes tienen distintos niveles de asistencia, de modo que puedes escoger cuánto quieres que te ayude el motor eléctrico o, dicho de otra manera, cómo de fácil quieres que sea el pedaleo.

¿Nos permiten pedalear, aunque el motor esté apagado?

Si. Las bicicletas eléctricas nos dan la opción de quitar la asistencia al pedaleo, o seguir pedaleando si nos quedamos sin batería.

¿Cómo se cargan las baterías?

Dependiendo del modelo, hay dos maneras de cargarla:

• Sin extraer la batería: algunos modelos permiten cargar la batería sin que lleguemos a extraerla. Tan solo habrá que conectar el cargador a la luz y la otra toma a la batería. Puede ser muy práctico para evitar desmontarla, pero siempre tendremos que subirnos la bicicleta a casa o a la oficina (no tan práctico en ciertas ocasiones).
• Con extracción de la batería: otros modelos nos permiten extraer la batería del cuadro para poder guardarla en cualquier parte. Esto puede ser interesante por si la queremos dejar en un garaje, o en otro lugar protegida, y subirnos la batería para cargarla.

En cuanto a la forma de carga, se utilizará un cargador compatible con los enchufes domésticos de toda la vida.

¿Cuánto tiempo tarda en cargarse la batería de una ebike?

Esto también depende de cada batería, pero la mayoría de modelos que encontramos en el mercado necesitan de unas 3 horas para cargarse al 80% y de unas 5 horas para estar al 100%.

A diferencia de los tipos de baterías antiguas, las baterías de ion litio no se estropearán si no se cargan por completo. No tienes que preocuparte por esto, pues carecen del efecto memoria que lastraba a las anteriores tecnologías.

¿Qué significan los valores de Wh y de par de fuerza?

Son dos criterios clave que nos encontraremos al comprar baterías eléctricas. Debemos tener muy claro su significado para no meter la pata:

• Wh: es la unidad que relaciona los vatios / hora y habla de la capacidad de la batería. Aunque hay otros criterios a considerar, cuanto mayor sea la cifra de Wh, mayor distancia podremos cubrir.
• Par de fuerza: nos habla de la potencia que alcanzará la bicicleta al pulsar el pedal. Para una bicicleta eléctrica urbana serán necesarios unos 45 Nm de máximo, mientras que para una de montaña nos iremos a unos 70 Nm de máximo.

¿Se puede mojar una bici eléctrica?

Respuesta corta: sí.

Respuesta larga: aunque siempre conviene informarse de cada modelo en concreto por precaución, absolutamente todas las bicicleta eléctricas que conocemos se pueden mojar sin problema. No te preocupes por utilizarla en días lluviosos. Y puedes lavarla con una manguera, como si fuera una bici normal.

Piensa que prácticamente todos los modelos están diseñados para moverse en situaciones extremas, como puede ser ante lluvia, viento, calor sofocante, terrenos resbaladizos, etc. Ahora bien, si la vamos a usar en condiciones extremas, deberíamos asegurarnos de comprar el modelo adecuado, por nuestra seguridad y comodidad. No deberías utilizar una bici urbana con ruedas pequeñas en un sendero montañoso, por ejemplo.

¿Es obligatorio llevar casco?

Sobre las bicicletas eléctricas recaen las mismas normas que aplican a las bicis convencionales; es decir, que tan solo será obligatorio el casco en el caso de salgamos del los núcleos urbanos. Sin embargo, es muy recomendable llevarlo, ya que podría llegar a salvarte la vida.

Siendo más específicos, las normas que aplican en España indican que, como norma general, el uso de casco en bicicleta (tanto eléctrica como convencional) es obligatorio para menores de 16 años en todo tipo de vías.

Para edades de 16 en adelante, la obligatoriedad se mantiene solo en vías interurbanas salvo en condiciones extremas de calor o en rampas ascendentes prologadas.

No obstante, deberías tomar estas palabras más como una mera orientación no vinculante. Te recomendamos que te informes de primera mano desde fuentes oficiales para no tener problemas.

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