Bicicletas eléctricas plegables

La bicicleta eléctrica plegable ofrece innumerables ventajas a la hora de moverse por entornos urbanos: es un medio de transporte ecológico y saludable, con el que ayudas a mejorar tanto tu salud como el medio ambiente, pero además también es una excelente manera de llegar rápido a los sitios, sin quedarte atascado en el tráfico. Si a esto le sumas que la puedes plegar para que ocupe poco espacio, tienes el medio de transporte perfecto para la ciudad.

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¿Por qué deberías comprar una bicicleta eléctrica plegable?

Las bicicletas eléctricas plegables son una interesante alternativa a las bicicletas de toda la vida, incluso a los otros modelos de bicicleta eléctrica. Suelen ser más pequeñas y ligeras, incluso se pueden combinar con el transporte público y ascensores para evitar subir escaleras o recorrer largas distancias.

¿Se adaptan a todo tipo de uso?

No. Están más bien orientadas para ser utilizadas sobre asfalto, a través de carriles bici y en superficies que se encuentren en perfecto estado. No suelen recomendarse para circular por terrenos complicados, por senderos o montañas, debido a que el tamaño de sus ruedas no es lo suficientemente grande como para absorber las irregularidades.

Ahora bien, dependerá del modelo: existen algunas bicicletas eléctricas plegables que sí que están diseñadas para adaptarse al entorno rural.

¿Qué equipamiento debería tener una bicicleta eléctrica plegable?

Dependerá mucho del uso que se le vaya a dar, pero, al menos, debería tener:

Batería

Obviamente, sin la batería no hacemos nada. Y si es extraíble, esto es un punto a favor (podrá ser reemplazada cuando pierda capacidad con el uso).

Portaequipajes

Interesante para eliminar la necesidad de llevar una mochila cuando necesitemos transportar nuestras cosas.

Sistema de iluminación

Necesario para poder ver por la noche y que nos vean. Si no dispone de luces, al menos debería tener algún elemento reflectante.

Guardabarros

Cruciales para evitar que lleguemos sucios a nuestro destino, especialmente si la vamos a usar para llegar al trabajo.

Ventajas de las bicicletas eléctricas plegables

Rapidez

Con este medio de transporte podrás circular con fluidez por el centro evitando los atascos, incluso en hora punta. Lo más probable es que consigas llegar al destino antes que aquel que vaya en coche.

Las ciudades se están tomando muy en serio este medio ecológico, pudiendo encontrar carriles bici. No obstante, si fuese preciso, también se podrían circular con ellas por la calzada.

Además de llegar antes a tu destino, no tendrás ninguna complicación para aparcarla: el hecho de que sea plegable te permite llevarla contigo al trabajo. Si la empresa te da permiso, hasta podrías cargarla durante la jornada laboral.

Fácil de guardar

Las bicicletas eléctricas plegables tienen el mismo tamaño que otras bicis cuando las estamos usando, pero ocupan bastante poco cuando se pliegan. La gran ventaja es que no necesitaremos almacenarlas en el balcón, en un trastero, desván o ático, ya que, al ocupar tan poco plegadas, se podrán guardar en cualquier rincón de la casa, incluso en un hueco que tengas libre en un armario.

En las oficinas no siempre lo tenemos fácil para dejar la bicicleta convencional por falta de espacio, lo que hace que tengamos que arriesgarnos a dejarla en la calle, con todo lo que eso implica. Una bicicleta eléctrica plegable podrá adaptarse a cualquier parte, incluso al interior de una pequeña oficina.

Te ayuda a hacer ejercicio

Con la asfixiante rutina y los horarios es complicado sacar algo de tiempo para hacer deporte… además, resulta difícil que terminemos el día con ganas de ponernos a hacer ejercicio.

Las bicicletas eléctricas nos ayudan a hacer algo de actividad física antes de ir a la oficina y a la vuelta, pero sin hacer más esfuerzo que aquel que estemos dispuestos a realizar.

¿Temes llegar sudado al trabajo? También tiene la solución ante esto: simplemente tendremos que activar la asistencia al pedaleo al máximo, para que tengamos que hacer el mínimo esfuerzo posible a la hora de avanzar.

Es ejercicio a la carta. Esto elimina esa primera barrera mental que nos aleja de comenzar a hacer un ejercicio. Pero una vez que ya estamos en ello, no será difícil encontrar la motivación para disminuir el grado de asistencia o incluso desconectarlo durante un rato.

Gran autonomía

No temas quedarte tirado a medio camino por no tener batería. Con una carga de unas 4-5 horas podrás encontrar modelos que tienen una autonomía de 60, 80 o hasta 100 km. Y para recorridos urbanos, normalmente no necesitarás recorrer grandes distancias.

Además, siempre puedes optar por cargar la batería en algún punto intermedio, como en tu lugar de trabajo, por poner un ejemplo.

La puedes recargar en cualquier parte

Se recargan en un enchufe convencional, con un cargador que está incluido en el precio del aparato. Algunos modelos requieren que se desmonte la batería para cargarla (aunque esto no te llevará de más que un minuto), mientras que otros no requieren de desmontaje para cargarla.

También es posible encontrar algunos modelos que se recargan en parte con la energía que hacemos durante el pedaleo.

Bajo consumo = ahorras dinero

No requerirá más que unos céntimos para que esté cargada durante días. En comparación con lo que cuesta el combustible, o los billetes o bonos de autobús, las bicicletas eléctricas plegables salen muy económicas. Tras la inversión inicial en la compra de la bici, ahorrarás mucho dinero.

Se adaptan a todo el mundo

No requieren de ningún permiso o matriculación especial (por lo menos, no todos los modelos), por lo que cualquiera las puede conducir. Son perfectas tanto para adolescentes, como para adultos.

Además, son muy sencillas de manejar, y es que tan solo tendremos que activar el botón, elegir el nivel de asistencia al pedaleo y empezar a movernos.

Son ecológicas

La energía que necesita la batería para funcionar viene de la electricidad, que en un mundo en el que cada vez se genera la energía eléctrica de forma más verde, resulta menos contaminante que la gasolina o el gasóleo con el que se llenan la mayoría de los vehículos.

Y, si quieres una bicicleta eléctrica plegable que sea todavía más ecológica, tienes la opción de decantarte por aquellos modelos que se recargan parcialmente mientras pedaleas.

Puedes optar a subvenciones

El Estado subvenciona la totalidad o una parte de estas bicicletas. Las ayudas pueden llegar hasta a 200€. Eso sí, hay que cumplir con algunos requisitos, como puede ser que la batería sea de Ion-Litio (no de plomo) y que su autonomía oscile entre los 20 y los 60 kilómetros.

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