Bicicletas eléctricas de paseo

Las bicicletas eléctricas de paseo están pensadas para el uso diario, como por ejemplo para ir al trabajo o darte un paseo por la ciudad. Y es que estas bicis tienen un carácter muy urbano. Además, son muy cómodas en comparación con otros tipos de bicicleta.

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¿Qué características tienen las bicicletas eléctricas de ciudad?

Las bicicletas urbanas están pensadas tanto para el el día a día, como para hacer actividades de tipo recreacional. Suelen tener un manillar más ancho, con forma curva, para que podamos adoptar una postura más cómoda.

Lo más habitual es que lleven diferentes velocidades, freno de disco y protectores para cubrir partes de la bicicleta (cómo podría ser los platos o cadenas) de tal forma que evitemos ensuciarnos.

Pero para entender mejor sus características distintivas, vamos con un análisis más en profundidad:

Peso

Por lo general, las bicicletas eléctricas urbanas tienen un peso más reducido que los otros tipos de ebikes, oscilando normalmente entre los 15 y los 20 kg (aunque las hay incluso más ligeras) frente a los 25 kg y hasta 35 kg de las bicicletas de montaña y las de trekking (un intermedio entre bici de montaña y bici urbana).

En cualquier caso, una bicicleta eléctrica no puede pesar más de 40 kg, ya que es uno de los requisitos básicos que se exige para poder homologarla.

Chasis

Los modelos de paseo se diseñan en un material ligero para facilitar el movimiento, pero robusto al mismo tiempo para que aguante en buenas condiciones durante mucho tiempo de uso continuo.

Suelen estar compuestas de aluminio, o con una aleación de este material.

El diseño del chasis de una bici eléctrica de paseo suele ser bastante sencillo, incluso con estilo retro. Son bicicletas más bien sencillas, sin tantas prestaciones como otros modelos.

Ruedas

Las ruedas grandes están reservadas para entornos más complicados, como terrenos irregulares o resbaladizos. Sin embargo, algunas ciudades son así, por lo que es perfectamente posible encontrar algunos modelos urbanos con ruedas con tamaños de 28″.

Sin embargo, también nos encontramos con tamaños pequeños, como 20″, que son perfectamente válidos para entornos urbanos. Estos tamaños más reducidos no los encontraremos en bicicletas cuyo uso esté pensado fuera de las ciudades.

Tipo de freno

El freno de disco es el más habitual en las bicicletas eléctricas de paseo. Es un freno muy seguro, a la par que efectivo. Frenan como los frenos de las bicicletas clásicas de siempre; funcionan mediante un sistema de pinza actuando sobre el aro de aluminio que está presente en la zona inferior de los neumáticos. Estamos hablando del mismo tipo de freno que utilizan la mayoría de los automóviles.

Tipo de motor

De los dos tipos de motores que existen (HUB o centrales), estos primeros son los más comunes en las bicicletas eléctricas urbanas. Están ubicados normalmente en el centro de la rueda trasera y ofrecen la potencia adecuada como para adaptarse a las cuestas o condiciones extremas del terreno urbano.

Batería y tiempo de carga

De media, las baterías de las bicicletas eléctricas tardan en cargar entre 2 y 6 horas y ofrecen una autonomía de entre 20 y 30 km, que son más que suficientes para el uso diario. Sin embargo, no resulta difícil encontrar bicis eléctricas de paseo con mayores autonomías.

¿Las bicicletas eléctricas urbanas son para mí?

Te interesa comprar una bicicleta eléctrica urbana si:

• Quieres evitarte los atascos del día a día.
• No quieres viajar en un medio de transporte tan masificado como puede ser un autobús o tranvía (aunque también puedes subirlas a ellos).
• Te gustaría reducir tu impacto ecológico en el mundo.
• Quieres hacer algo de deporte en el día a día, pero con la seguridad de contar con una asistencia de pedaleo a la carta que puedes activar cuando quieras.
• Buscas un medio de transporte versátil que se adapte a tu estado de ánimo y forma física de ese día (por esa posibilidad de utilizar la asistencia de pedaleo cuando lo desees).

¿Qué ventajas conlleva comprar una bici eléctrica de paseo?

Adiós a los atascos

Las bicicletas eléctricas urbanas pueden cambiar tu vida por completo. Te permiten moverte entre el tráfico y utilizar los carriles bici, evitando así los temidos atascos que se dan en las grandes ciudades. Tendrás más tiempo para ti (al llegar antes a los sitios) y los trayectos serán una actividad saludable y relajante, en comparación con el estrés de los embotellamientos.

Puedes usarlas en el día a día, para ir a trabajar y evitarte empezar el día con estrés, pero también simplemente para dar un paseo en tu tiempo libre. Nada como tener un tiempo tranquilo con uno mismo.

Circularás en un medio más ecológico

El transporte privado es altamente contaminante, hasta el punto en el que grandes ciudades como Barcelona o Madrid ya están estableciendo limitaciones de gran importancia. El transporte público contamina menos, pero contamina, además de que puede resultar muy agobiante viajar con otras personas (sobre todo si estamos hablando de las hora punta).

Con las bicicletas eléctricas de paseo te olvidas de esas masificaciones. Al mismo tiempo, estarás aportando tu pequeño granito de arena para reducir la contaminación global. Si todos tuviésemos la misma idea, notaremos una importante disminución de las emisiones en las grandes ciudades, contribuyendo a conseguir que nuestras existencia el planeta sea sostenible.

Podrás hacer deporte

Muchos de nosotros intentamos cuadrar nuestros horarios, de tal manera que tengamos algo de tiempo para mantenernos en forma, incluso hasta para tonificar ciertas partes del cuerpo. Y no siempre hay tiempo para ir al gimnasio o salir a correr.

Con las bicicletas eléctricas urbanas podemos movernos por la ciudad, al mismo tiempo que hacemos ejercicio.

Y si no queremos llegar sudando a una cita importante, o a la oficina, tan solo tendremos que activar el máximo nivel de asistencia al pedaleo. Así, será como dar un tranquilo paseo.

Tú defines el grado de ayuda que necesitas en cada momento

Algunos modelos disponen de una interfaz LED desde la que podemos conocer algunos datos en tiempo real, como puede ser el tiempo de batería restante, la velocidad a la que estamos circulando, y el nivel de asistencia habilitado en ese momento.

Si en un momento dado necesitamos de más ayuda (como puede ser a la hora de subir una gran cuesta, o para movernos contra la dirección del viento), podemos aumentar el nivel de asistencia.

Si es cuesta abajo, o si simplemente nos apetece pedalear un poco, podemos bajar este nivel.

Tú decides cuánto de músculo y cuánto de fuerza mecánica le pones en cada instante a tu paseo en bicicleta.

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